Isidre Gironès es uno de los grandes nombres de la gastronomía en Barcelona y su legado sigue siendo muy relevante en la actualidad. A lo largo de su carrera, Gironès ha destacado por su creatividad, su pasión por la cocina y su capacidad para innovar en un mundo culinario cada vez más competitivo. Actualmente es uno de lo grandes embajadores del mercado de “La Boqueria”, de la gastronomía catalana, del producto de proximidad y un amante de la cocina tradicional “Nouvelle cuisine” de los grandes maestros franceses del siglo XX.

Para Genco Development es el mentor, pilar fundamental y soporte vital en la obra de Genco Editorial “La Boqueria del Juanito-Pinotxo”. Gracias a su altruismo y enorme generosidad, ha aportado la llave para poder acceder de forma natural y fluida a los espacios, personas y contenidos necesarios para la culminación del libro homenaje a Juan Bayen “Pinotxo”.

Nacido en Barcelona en 1936, Isidre Gironès comenzó su carrera como aprendiz en la pastelería La Nena de la sección del Born de Barcelona. Allí aprendió los secretos de la pastelería tradicional y comenzó a experimentar con nuevas técnicas y sabores. Más tarde, trabajó en restaurantes como el Bofarull, el Garum o el Magí Garriga, donde continuó explorando su creatividad culinaria.

Pero fue en su restaurante, Ca l’Isidre, donde Isidre Gironès alcanzó su máxima expresión. Situado en el Carrer de les Flors, el Isidre se convirtió en uno de los restaurantes más famosos de la ciudad gracias a la innovación en la cocina y al excelente servicio ofrecido por su esposa, Montserrat Salvó.

En Ca l’Isidre, Gironès creó una cocina que fusionaba la tradición con la innovación, utilizando ingredientes locales y de temporada para crear platos únicos y sorprendentes. Entre sus creaciones más famosas destacan la tarta de queso con frutas del bosque, los raviolis de foie-gras con setas, la ensalada de bogavante con reducción de naranja y los calamares rellenos de sepia y gambas.

Además, Isidre Gironès fue uno de los primeros restauradores en Barcelona en utilizar técnicas culinarias como la cocina al vacío y la nitrificación, que hoy en día son comunes en muchos restaurantes. También fue un gran defensor de los vinos catalanes y promovió la creación de la D.O. Penedès.

El 2017, Núria se hace cargo de la dirección de Ca l’Isidre y le aporta un soplo de aire fresco respetando su identidad. En esta nueva etapa, cuenta con la colaboración de un gran equipo de profesionales. Trabajando para elaborar los platos, mezcla de cocina tradicional catalana y mediterránea, con toques modernos, basados en los mejores productos de temporada y proximidad. Muchos de sus platos se han convertido en clásicos de la cocina catalana y su enfoque innovador ha influido en muchos de los chefs que han surgido en la ciudad en las últimas décadas.

El legado de Gironès sigue siendo muy relevante en la actualidad. Su capacidad para innovar y su pasión por la cocina son un ejemplo a seguir para todos aquellos que buscan destacar en el mundo culinario.

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